Peligroso. Al parecer los conductores de los colectivos informales aún no entienden la mortalidad que conlleva el contagio del coronavirus COVID-19 y consideran que pueden seguir trabajando si portar una mascarilla en plena pandemia.
La realidad muestra que Perú es uno de los primeros países en el mundo con más casos de contagios, y además, San Juan de Lurigancho, es uno de los distritos que reportan más infectados por esta enfermedad viral.
Exitosa continuando con sus recorridos diarios por las calles de Lima, para ver cómo viene funcionando la llamada ‘nueva normalidad’, pudo ver el terrible panorama que viene atravesando la zona de la avenida San Martín, en San Juan de Lurigancho. Se pudo constatar la presencia de los colectivos informales, quienes quieren generar ingresos, pero sin cumplir mínimamente las medidas sanitarias contra el covid-19.
El panorama encontrado fue muy preocupante, en los cruces de la avenida Wiesse y Santa Rosa se pudo ver que los choferes de estos taxis informales no portaban las mascarillas de protección ante el COVID-19, pese a tener a bordo a pasajeros y usuarios que tienen que optar por este medio, ante la falta de unidades del transporte público en horas pico de la mañana.
Y como si no fuese suficiente con ello, los jaladores que atraen pasajeros operan sin mascarilla – como se puede ver en las imágenes de Exitosa – o con la mascarilla mal puesta. Esto a pesar de que quienes trabajan como jaladores podrían calificar como población de riesgo por edad o por peso.
Estos taxis colectivos aparecen ante la alta demanda por transporte que hay en esta zona de Lima, ya que los buses formales no logran transportar a todos los ciudadanos que están a la espera de un bus para ir hacia sus centros laborales.
Por tal motivo, es que estos colectiveros encuentran clientes, quienes desesperados por poder llegar a sus trabajos relajan sus medidas de seguridad contra el coronavirus y se acercan a estos jaladores sin mascarilla y suben a los autos, los cuales son llenados al máximo para poder ganar más dinero.
El personal de la ATU no está en el lugar de los hechos, por lo que no fiscaliza a estos vehículos, ni tampoco son intervenidos por la Policía Nacional (PNP), según cuenta la reportera de Exitosa.